Cuando yo era adolescente, tenía un culo de esos por los que ahora se ponen prótesis. Sin llegar al extremo de Beyonce o la Jennifer López de sus mejores tiempos, estaba bastante más delgada, era de esos culos carnosos y respingones. Bueno, pues me amargaba la vida y suspiraba por tener un culo como el de mi amiga, lo que vulgarmente definiríamos como "culo carpeta". Con el tiempo (bastante) me di cuenta de que lejos de ser algo que esconder era uno de los puntos fuertes de mi anatomía. Pero...¡cuánto tiempo perdido! y ¡cuánto sufrimiento absurdo!
Moraleja: El mayor secreto de belleza es estar segura y cómoda con el propio cuerpo. Eso se irradia.
Esa es también mi historia. Y la de muchas mujeres me temo.
Más de media vida intentando disimular el culo, hasta que me di cuenta de que tengo una figura muy femenina, que me gusto mucho y que disfruto sacándome partido. Lástima tanto tiempo que, con el mismo cuerpo, sentía que algo fallaba...ese algo era yo, mi coco.
Sobre comer o no comer: come lo que te hace sentir bien, lo que te hace sentir saludable y en paz. Y lo haces por ti, porque tú lo vales y te mereces lo mejor
En mi caso, después de darle mil vueltas, me decidí por el veganismo, por varios motivos, para , al fin, dejar de preocuparme por la comida. Me resulta más fácil vivir así. Pero no sé si eso es extrapolable a todo el mundo...más bien no, porque a mucha gente le resulta extremo. Pero me he quedado la mar de ancha