El problema en este tema es el mismo que en tantos otros. Que nos limitamos a acatar lo que mandan los gobernantes de turno, no hay una resistencia civil. Que en determinadas áreas, sobre todo la sanidad, es delirante que sea más importante que el profesional hable euskera que sus aptitudes profesionales.
En el sector privado, también se exige, si el puesto de trabajo es cualificado o poco cualificado (teleoperador, secretaria,...). "Euskera alto".Pues ni en sanidad ni en judicatura han metido mucho el tema de perfiles, más ha sido en educación y en administración , que ha sido al 100%