«Soy de Barakaldo y me he tenido que ir de la UPV a Magisterio de Logroño»

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«Soy de Barakaldo y me he tenido que ir de la UPV a Magisterio de Logroño»


Alumnos de la línea en castellano censuran la obligación de acreditar un B2 o dar cinco asignaturas en euskera.


«Me matriculé en la escuela de Magisterio del campus de Leioa y me encontré con la exigencia de acreditar un nivel de euskera. No tenía ni idea de esa obligación y sigo sin entenderlo porque yo elegí un grado en castellano. Además, si no encuentro trabajo en Euskadi por el idioma es mi problema. Estudié un año en un euskaltegi, lo intenté, pero no pude aprobar. No me quedaba otra salida que irme de la UPV a pesar de que soy de aquí». Esta joven vecina de Barakaldo, que relata por teléfono su experiencia, estudia ahora en la Universidad de La Rioja, en Logroño. Lo que más le duele, además del esfuerzo económico que asume su familia, es que de las diez asignaturas aprobadas en la UPV el centro riojano solo le ha convalidado tres. «He repetido. He tirado un año a la basura». Al menos, se consuela, tomó la decisión cuando solo había cursado primero.

Una de sus excompañeras del grado en Infantil en la escuela de Leioa busca ya destino para el próximo curso. Es de un pueblo de Burgos. «Elegí la UPV por cercanía. Además tenía la posibilidad de cursar el grado en castellano. ¿Si sabía que exigían euskera? La verdad es que aquí todas las charlas informativas que nos dan son sólo en euskera y no me enteré de nada. Luego en la página web sí vi lo de los créditos en lengua vasca, pero no pensé que me iba a quedar sin título», explica esta joven a las puertas de la escuela de Magisterio del campus de Leioa. Si no se soluciona el conflicto se trasladará a «Madrid o Salamanca» porque «en mi caso no voy a conseguir sacar el euskera, ni me merece la pena. No voy a ejercer aquí». Lo que más le preocupa es la posibilidad de que tenga que «repetir» curso porque no coinciden las asignaturas que ha dado con las de los programas de centros de Madrid o Salamanca.

Junto a ella, otra alumna de su misma clase también piensa en hacer las maletas. «Me iré el próximo curso. Entre tercero y cuarto debemos acreditar el B2 o hacer los 30 créditos en euskera –cinco asignaturas–. Con la carga de trabajos que tenemos es imposible que me dé tiempo durante el curso. Voy a acabar en Logroño, Madrid... para hacer una carrera que la puedo estudiar a veinte minutos de mi casa», se lamenta.


En el mismo corro frente al nuevo edificio de Magisterio en Leioa hay media docena de jóvenes más con problemas similares, pero ninguno de ellos se atreve a dar su nombre. «Yo estudié en modelo D y al llegar aquí decidí cursar el grado en castellano porque lo domino más y pensé que iba a formarme mejor. Ahora no logro sacar el título B2. Me matriculé en un euskaltegi, pero me he tenido que borrar porque a la tarde trabajo y no puedo con todo», relata uno de los chicos. En el euskaltegi se ve «varios veranos» otro de estos futuros maestros, vecino de Castro, aunque no vaya a ejercer en Euskadi. «No me queda otra, la UPV me queda muy cerca...».

Todos ellos forman parte del colectivo de 200 alumnos que han presentado una reclamación a la UPV al considerar que la exigencia de un nivel de euskera en los grados de castellano de las escuelas de Bizkaia y Álava «no es legal»: los estatutos establecen que los estudiantes tienen derecho a formarse «en cualquiera de las lenguas oficiales», argumentan. De hecho es la única carrera en castellano con ese requisito. Consideran, además, que supone una «discriminación» respecto a sus compañeros de la vía euskaldun. «A los alumnos de euskera no se les pide un B2 en la carrera, ni para hacer las prácticas del grado. A nosotros sí. Ni les exigen que acrediten un conocimiento de castellano», destaca una portavoz del colectivo de afectados.



«Estamos atrapados».

La UPV ya les ha contestado de forma oficial que el plan de estudios tiene el visto bueno de las dos agencias de acreditación de títulos, la vasca y la estatal. «En el proyecto que aprobaron se hablaba de 'introducción de las lenguas' en el programa. A eso le dio el visto bueno el Ministerio de Educación. No decía que se impondría y se exigiría como requisito para obtener el título. Eso no lo dice», defienden estos estudiantes.

Los afectados critican que no han recibido apoyo de ningún estamento de la Universidad. «Hablamos con la directora de Magisterio en Bizkaia y nos aconsejó que nos tomáramos un año sabático para aprender euskera. Hemos recurrido a la oficina de la Aldezle –defensor universitario– y nos dijeron que no teníamos nada que hacer, que había otras universidades en las que podíamos estudiar. Tampoco nos atrevemos a significarnos y luchar en la escuela, colocar carteles... somos la minoría de 'marginados' del castellano, a la que no apoya nadie. Estamos metidos en una trampa. Sin salida», añaden los portavoces del colectivo, que ha colgado su petición en la web Change.org y ya tiene 800 apoyos. «No tenemos dinero para acudir a los juzgados...», se lamentan.

La UPV destacó ayer que los alumnos que han podido renunciar a los estudios por el requisito lingüístico son una minoría. En total hay poco más de 200 estudiantes de la línea en castellano en el centro de Leioa, de los que «una decena» son de otras comunidades. Según sus datos, apenas una veintena ha dejado las aulas.


http://www.elcorreo.com/bizkaia/201604/20/barakaldo-tenido-magisterio-logrono-20160420115929.html
 
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http://confidencial.e-noticies.es/francia-se-carga-el-catalan-98230.html
5 de Noviembre de 2015. 00:27h.
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Francia NO reconocerá lenguas distintas del francés.

Definitivamente, Francia no reconocerá oficialmente ninguna lengua excepto el francés
, después de que el Senado ha rechazado, sin ni siquiera discutirlo, un proyecto de ley para el reconocimiento oficial de las restantes lenguas que se utilizan en el Estado, entre ellas, el catalán occitano y el euskera vasco francés.

El pasado 24 de octubre, en diversos puntos de Francia, un total de unas 20.000 personas se manifestaron para exigir ese reconocimiento oficial del Estado para las lenguas alsacianas, el euskera, el corso, el bretón o el catalán, entre otras.

Francia firmó en 1999 la Carta Europea de Lenguas Regionales, que establece para los firmantes, entre ellos el Estado español, la obligatoriedad de reconocer oficialmente esas lenguas. Sin embargo, Francia ha rechazado esta posibilidad, que implicaría modificar el artículo 2 de la Constitución: “La lengua de la República es el francés”.
 
http://confidencial.e-noticies.es/francia-se-carga-el-catalan-98230.html
5 de Noviembre de 2015. 00:27h.
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Francia NO reconocerá lenguas distintas del francés.

Definitivamente, Francia no reconocerá oficialmente ninguna lengua excepto el francés
, después de que el Senado ha rechazado, sin ni siquiera discutirlo, un proyecto de ley para el reconocimiento oficial de las restantes lenguas que se utilizan en el Estado, entre ellas, el catalán occitano y el euskera vasco francés.

El pasado 24 de octubre, en diversos puntos de Francia, un total de unas 20.000 personas se manifestaron para exigir ese reconocimiento oficial del Estado para las lenguas alsacianas, el euskera, el corso, el bretón o el catalán, entre otras.

Francia firmó en 1999 la Carta Europea de Lenguas Regionales, que establece para los firmantes, entre ellos el Estado español, la obligatoriedad de reconocer oficialmente esas lenguas. Sin embargo, Francia ha rechazado esta posibilidad, que implicaría modificar el artículo 2 de la Constitución: “La lengua de la República es el francés”.

Esta es una prueba más de que Francia es un país mucho más moderno, civilizado y democrático que España. Por otra parte, no olvidemos que el actual primer ministro de Francia es catalán. Si a Valls le diera por ponerse a reivindicar ciertas estupid-heces vernáculas, duraría en su puesto menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Uno de los argumentos (para mí incontestable) que utilizan los gabachos es que el empezar a cooficializar idiomas vernáculos constituiría un grave atentado contra la igualdad de los franceses. Shapó.
Yo siempre he mantenido que el único idioma oficial y obligatorio que debería existir en España debería ser el castellano, y más teniendo en cuenta que lo conocen el 100% de los españoles y que el castellano es además uno de los siete u ocho idiomas de comunicación y de cultura más importantes de la historia de la humanidad. Los españoles debemos centrarnos en lo que nos une y no en lo que nos separa.
 
«Soy de Barakaldo y me he tenido que ir de la UPV a Magisterio de Logroño»


Alumnos de la línea en castellano censuran la obligación de acreditar un B2 o dar cinco asignaturas en euskera.


«Me matriculé en la escuela de Magisterio del campus de Leioa y me encontré con la exigencia de acreditar un nivel de euskera. No tenía ni idea de esa obligación y sigo sin entenderlo porque yo elegí un grado en castellano. Además, si no encuentro trabajo en Euskadi por el idioma es mi problema. Estudié un año en un euskaltegi, lo intenté, pero no pude aprobar. No me quedaba otra salida que irme de la UPV a pesar de que soy de aquí». Esta joven vecina de Barakaldo, que relata por teléfono su experiencia, estudia ahora en la Universidad de La Rioja, en Logroño. Lo que más le duele, además del esfuerzo económico que asume su familia, es que de las diez asignaturas aprobadas en la UPV el centro riojano solo le ha convalidado tres. «He repetido. He tirado un año a la basura». Al menos, se consuela, tomó la decisión cuando solo había cursado primero.

Una de sus excompañeras del grado en Infantil en la escuela de Leioa busca ya destino para el próximo curso. Es de un pueblo de Burgos. «Elegí la UPV por cercanía. Además tenía la posibilidad de cursar el grado en castellano. ¿Si sabía que exigían euskera? La verdad es que aquí todas las charlas informativas que nos dan son sólo en euskera y no me enteré de nada. Luego en la página web sí vi lo de los créditos en lengua vasca, pero no pensé que me iba a quedar sin título», explica esta joven a las puertas de la escuela de Magisterio del campus de Leioa. Si no se soluciona el conflicto se trasladará a «Madrid o Salamanca» porque «en mi caso no voy a conseguir sacar el euskera, ni me merece la pena. No voy a ejercer aquí». Lo que más le preocupa es la posibilidad de que tenga que «repetir» curso porque no coinciden las asignaturas que ha dado con las de los programas de centros de Madrid o Salamanca.

Junto a ella, otra alumna de su misma clase también piensa en hacer las maletas. «Me iré el próximo curso. Entre tercero y cuarto debemos acreditar el B2 o hacer los 30 créditos en euskera –cinco asignaturas–. Con la carga de trabajos que tenemos es imposible que me dé tiempo durante el curso. Voy a acabar en Logroño, Madrid... para hacer una carrera que la puedo estudiar a veinte minutos de mi casa», se lamenta.


En el mismo corro frente al nuevo edificio de Magisterio en Leioa hay media docena de jóvenes más con problemas similares, pero ninguno de ellos se atreve a dar su nombre. «Yo estudié en modelo D y al llegar aquí decidí cursar el grado en castellano porque lo domino más y pensé que iba a formarme mejor. Ahora no logro sacar el título B2. Me matriculé en un euskaltegi, pero me he tenido que borrar porque a la tarde trabajo y no puedo con todo», relata uno de los chicos. En el euskaltegi se ve «varios veranos» otro de estos futuros maestros, vecino de Castro, aunque no vaya a ejercer en Euskadi. «No me queda otra, la UPV me queda muy cerca...».

Todos ellos forman parte del colectivo de 200 alumnos que han presentado una reclamación a la UPV al considerar que la exigencia de un nivel de euskera en los grados de castellano de las escuelas de Bizkaia y Álava «no es legal»: los estatutos establecen que los estudiantes tienen derecho a formarse «en cualquiera de las lenguas oficiales», argumentan. De hecho es la única carrera en castellano con ese requisito. Consideran, además, que supone una «discriminación» respecto a sus compañeros de la vía euskaldun. «A los alumnos de euskera no se les pide un B2 en la carrera, ni para hacer las prácticas del grado. A nosotros sí. Ni les exigen que acrediten un conocimiento de castellano», destaca una portavoz del colectivo de afectados.



«Estamos atrapados».

La UPV ya les ha contestado de forma oficial que el plan de estudios tiene el visto bueno de las dos agencias de acreditación de títulos, la vasca y la estatal. «En el proyecto que aprobaron se hablaba de 'introducción de las lenguas' en el programa. A eso le dio el visto bueno el Ministerio de Educación. No decía que se impondría y se exigiría como requisito para obtener el título. Eso no lo dice», defienden estos estudiantes.

Los afectados critican que no han recibido apoyo de ningún estamento de la Universidad. «Hablamos con la directora de Magisterio en Bizkaia y nos aconsejó que nos tomáramos un año sabático para aprender euskera. Hemos recurrido a la oficina de la Aldezle –defensor universitario– y nos dijeron que no teníamos nada que hacer, que había otras universidades en las que podíamos estudiar. Tampoco nos atrevemos a significarnos y luchar en la escuela, colocar carteles... somos la minoría de 'marginados' del castellano, a la que no apoya nadie. Estamos metidos en una trampa. Sin salida», añaden los portavoces del colectivo, que ha colgado su petición en la web Change.org y ya tiene 800 apoyos. «No tenemos dinero para acudir a los juzgados...», se lamentan.

La UPV destacó ayer que los alumnos que han podido renunciar a los estudios por el requisito lingüístico son una minoría. En total hay poco más de 200 estudiantes de la línea en castellano en el centro de Leioa, de los que «una decena» son de otras comunidades. Según sus datos, apenas una veintena ha dejado las aulas.


http://www.elcorreo.com/bizkaia/201604/20/barakaldo-tenido-magisterio-logrono-20160420115929.html

La gran injusticia también es que si un vasco, un gallego o un catalán se quiere ir a estudiar a logroño o a Cuenca no le van a exigir otro idioma que el castellano. Lo mismo que en las oposiciones. Yo abogo por un único idioma oficial y obligatorio (el castellano) para toda España.
 
Llama la atención que haya tan poca gente que opine como yo con respecto a la descooficialización de las lenguas vernáculas, lo cual me lleva a pensar que hasta los supuestamente no independentistas se han dejado comer el cerebro por los mitos/bulo neziatas. El tiempo terminará por darme la razón. En unos años, la realidad me dará la razón. En España, las lenguas vernáculas son uno de los muchos timos, mitos/bulo e imposiciones totalitarias creados por el indepentismo y la ultraizkierdona.
 
@Norrojo
Entra a leer las últimas páginas del hilo de "Arnaldo Otegui". Se habla de las lenguas cooficiales. Hay opiniones contrapuestas.

Como fomenta la desigualdad y la discriminación, protegiendo a una minoría, concediéndoles privilegios que nada tienen que ver on el ámbitro de la lengua (escuelas, trabajos, ...). Todo el mundo quiere aprovecharse del vecinos. Nos nos entendemos como hermanos. Ni deseamos la unión, ni luchamos por conservar lo común, que es lo que nos permite la supervivencia a la gente normal y corriente.

Un placer leer una opinión como la tuya.
 
Yo estoy de acuerdo que en las comunidades con lenguas propias, éstas puedan utilizarlas libremente pero estoy en contra de quienes utilizan estas lenguas cómo mecanismo para presionar a la sociedad: que si España no quiere que esas comunidades hablen sus lenguas, que si son los apestados de España, que si eres gallego,vaso,catalán sí o sí tienes que hablar estos idiomas y si no lo haces eres un puto español. Mucho hablar que en esas comunidades las 2 lenguas tienen que convivir en armonía y los independentistas y nacionalistas utilizando su propia lengua para inculcar el odio y la xenofobia hacia el idioma español y todo lo que tenga que ver con España (Sólo hay que mirar hacia cataluña y últimamente a la comunidad valenciana y navarra). En los últimos años se ha multiplicado el racismo de los independentistas y nacionalistas hacia los suyos por no hablar todo el rato o la mayoría del tiempo su lengua cómo a ellos les gusta decir. Ha habido en los últimos años un linchamiento hacia todos aquellos que hablen español en las comunidades con lengua propia, insultos a padres que quieren que sus hijos estudien en español, insultos a comercios y roturas de cristales y demás por tener el nombre del comercio en español, por tener sus facturas en español... Hay muchas personas de estas comunidades que se sienten intrusos en su propia tierra y cuando salen de ella se sienten libres por poder hablar en castellano (ésto lo he vivido yo con catalanes y últimamente con valencianos que me dijeron cosas que me dejaron helada!! y los nacionalistas y los populistas en la comunidad valenciana han comenzado a gobernar los que nos queda!!). Luego resulta que tanto rollo con el idioma y luego esas personas vienen a trabajar a las otras comunidades autónomas porque saben español o vienen a hacer oposiciones en otras comunidades autónomas y los que sólo sabemos español y vamos a estas comunidades apaga y vámonos!!...

A veces pienso que España debería de hacer cómo Francia y que sólo el español fuera la lengua oficial del país.
 
El caso Catalán-Vasco-Valenciano-Gallego son un ejemplo para el resto de países de la zona euro y quizá, del mundo occidental. El gobierno de Francia ha tomado una decisión sabia, barata y justa.

Los cursos del euskaltegi son caros, tanto en tiempo como en dinero. No todos los años recibes la subvención o una parte de la subvención. La tasa de suspensos es alta, para sacar los títulos homologados de nivel, que es lo que te piden en las instituciones, OPEs, universidad, empleo sector privado (euskera alto), etc..

Los alumnos euskaldunes no tienen que pasar por ello.

En Cataluña, la tasa de suspensos también es alta. Si te alejas de la zona de Barcelona metropolitana, apenas ofertan cursos, para preparar el examen. No hay demanda suficiente, pero se exigen los títulos homologados de nivel o un nivel alto (sector privado).
 
Última edición:
Yo es que no comulgo con las imposiciones de ningún tipo, y si tengo que hacer un curso para entenderme en CAT porque es el único idioma que pretenden hablar, pues va a ser que no me apetecería (no es mi caso porque lo entiendo y lo chapurreo).

Una cosa es tener la posibilidad de utilizar y hablar con libertad una lengua cooficial y otra la imposición para todo y para todos. A mi me revienta que si hablo en castellano, me contesten en valenciano aunque lo tolero porque lo entiendo, pero me parece una falta de educación. Si a mi me hablan en valenciano no puedo contestar en la misma lengua porque no conozco el idioma lo suficiente como para eso, pero no por falta de respeto, y no considero que tenga la obligación de aprenderlo, tampoco, porque estoy haciendo uso del idioma oficial de mi país y cuyo conocimiento es obligatorio para todos, les guste o no.

Además, constitucionalmente, existe el deber de conocer el español, mientras que las demás lenguas cooficiales no llevan aparejada esa obligación.

Este país es la ostia (para mal). Algo que enriquece lo han convertido en una fuente de enfrentamientos.
 
«Soy de Barakaldo y me he tenido que ir de la UPV a Magisterio de Logroño»


Alumnos de la línea en castellano censuran la obligación de acreditar un B2 o dar cinco asignaturas en euskera.


«Me matriculé en la escuela de Magisterio del campus de Leioa y me encontré con la exigencia de acreditar un nivel de euskera. No tenía ni idea de esa obligación y sigo sin entenderlo porque yo elegí un grado en castellano. Además, si no encuentro trabajo en Euskadi por el idioma es mi problema. Estudié un año en un euskaltegi, lo intenté, pero no pude aprobar. No me quedaba otra salida que irme de la UPV a pesar de que soy de aquí». Esta joven vecina de Barakaldo, que relata por teléfono su experiencia, estudia ahora en la Universidad de La Rioja, en Logroño. Lo que más le duele, además del esfuerzo económico que asume su familia, es que de las diez asignaturas aprobadas en la UPV el centro riojano solo le ha convalidado tres. «He repetido. He tirado un año a la basura». Al menos, se consuela, tomó la decisión cuando solo había cursado primero.

Una de sus excompañeras del grado en Infantil en la escuela de Leioa busca ya destino para el próximo curso. Es de un pueblo de Burgos. «Elegí la UPV por cercanía. Además tenía la posibilidad de cursar el grado en castellano. ¿Si sabía que exigían euskera? La verdad es que aquí todas las charlas informativas que nos dan son sólo en euskera y no me enteré de nada. Luego en la página web sí vi lo de los créditos en lengua vasca, pero no pensé que me iba a quedar sin título», explica esta joven a las puertas de la escuela de Magisterio del campus de Leioa. Si no se soluciona el conflicto se trasladará a «Madrid o Salamanca» porque «en mi caso no voy a conseguir sacar el euskera, ni me merece la pena. No voy a ejercer aquí». Lo que más le preocupa es la posibilidad de que tenga que «repetir» curso porque no coinciden las asignaturas que ha dado con las de los programas de centros de Madrid o Salamanca.

Junto a ella, otra alumna de su misma clase también piensa en hacer las maletas. «Me iré el próximo curso. Entre tercero y cuarto debemos acreditar el B2 o hacer los 30 créditos en euskera –cinco asignaturas–. Con la carga de trabajos que tenemos es imposible que me dé tiempo durante el curso. Voy a acabar en Logroño, Madrid... para hacer una carrera que la puedo estudiar a veinte minutos de mi casa», se lamenta.


En el mismo corro frente al nuevo edificio de Magisterio en Leioa hay media docena de jóvenes más con problemas similares, pero ninguno de ellos se atreve a dar su nombre. «Yo estudié en modelo D y al llegar aquí decidí cursar el grado en castellano porque lo domino más y pensé que iba a formarme mejor. Ahora no logro sacar el título B2. Me matriculé en un euskaltegi, pero me he tenido que borrar porque a la tarde trabajo y no puedo con todo», relata uno de los chicos. En el euskaltegi se ve «varios veranos» otro de estos futuros maestros, vecino de Castro, aunque no vaya a ejercer en Euskadi. «No me queda otra, la UPV me queda muy cerca...».

Todos ellos forman parte del colectivo de 200 alumnos que han presentado una reclamación a la UPV al considerar que la exigencia de un nivel de euskera en los grados de castellano de las escuelas de Bizkaia y Álava «no es legal»: los estatutos establecen que los estudiantes tienen derecho a formarse «en cualquiera de las lenguas oficiales», argumentan. De hecho es la única carrera en castellano con ese requisito. Consideran, además, que supone una «discriminación» respecto a sus compañeros de la vía euskaldun. «A los alumnos de euskera no se les pide un B2 en la carrera, ni para hacer las prácticas del grado. A nosotros sí. Ni les exigen que acrediten un conocimiento de castellano», destaca una portavoz del colectivo de afectados.



«Estamos atrapados».

La UPV ya les ha contestado de forma oficial que el plan de estudios tiene el visto bueno de las dos agencias de acreditación de títulos, la vasca y la estatal. «En el proyecto que aprobaron se hablaba de 'introducción de las lenguas' en el programa. A eso le dio el visto bueno el Ministerio de Educación. No decía que se impondría y se exigiría como requisito para obtener el título. Eso no lo dice», defienden estos estudiantes.

Los afectados critican que no han recibido apoyo de ningún estamento de la Universidad. «Hablamos con la directora de Magisterio en Bizkaia y nos aconsejó que nos tomáramos un año sabático para aprender euskera. Hemos recurrido a la oficina de la Aldezle –defensor universitario– y nos dijeron que no teníamos nada que hacer, que había otras universidades en las que podíamos estudiar. Tampoco nos atrevemos a significarnos y luchar en la escuela, colocar carteles... somos la minoría de 'marginados' del castellano, a la que no apoya nadie. Estamos metidos en una trampa. Sin salida», añaden los portavoces del colectivo, que ha colgado su petición en la web Change.org y ya tiene 800 apoyos. «No tenemos dinero para acudir a los juzgados...», se lamentan.

La UPV destacó ayer que los alumnos que han podido renunciar a los estudios por el requisito lingüístico son una minoría. En total hay poco más de 200 estudiantes de la línea en castellano en el centro de Leioa, de los que «una decena» son de otras comunidades. Según sus datos, apenas una veintena ha dejado las aulas.


http://www.elcorreo.com/bizkaia/201604/20/barakaldo-tenido-magisterio-logrono-20160420115929.html
Claro ejemplo del talibanismo impuesto en materia lingüística, en el que prima más el idioma que la capacitación profesional, en el que se puede sacar una notaza en una oposición y no conseguir plaza porque otros con un aprobado pelado tienen determinados perfiles lingüísticos. Incluso en zonas donde el euskera no era hablado por la mayoría, como Bilbao, desde mucho, muchísimo antes de la dictadura. Y no hablo de los "inmigrantes maketos", sino de la propia burguesía autóctona. Pues ahora hay que hablarlo por co--nes. Por Real Decreto Ley. Y si para sacar el título de profesor -que puedes ejercer en cualquier otro sitio porque no vas a aprobar la oposición ni de broma- es necesario acreditar el dichoso perfil, que sea imprescindible acreditar el mismo en castellano. ¿O no son las dos lenguas igual de oficiales?
 
El caso Catalán-Vasco-Valenciano-Gallego son un ejemplo para el resto de países de la zona euro y quizá, del mundo occidental. El gobierno de Francia ha tomado una decisión sabia, barata y justa.

Los cursos del euskaltegi son caros, tanto en tiempo como en dinero. No todos los años recibes la subvención o una parte de la subvención. La tasa de suspensos es alta, para sacar los títulos homologados de nivel, que es lo que te piden en las instituciones, OPEs, universidad, empleo sector privado (euskera alto), etc..

Los alumnos euskaldunes no tienen que pasar por ello.

En Cataluña, la tasa de suspensos también es alta. Si te alejas de la zona de Barcelona metropolitana, apenas ofertan cursos, para preparar el examen. No hay demanda suficiente, pero se exigen los títulos homologados de nivel o un nivel alto (sector privado).
Efectivamente, has dado en el clavo. Ha sido y es un negocio increíble. Ahí está el quid de la cuestión de muchas cosas que envuelven el nacionalismo
 
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