El Cordobés se separa de Martina tras 50 años

Incluso los propios padres de la embarazada la echaban de casa sin ningun miramiento y muchas para sacar a su hijo para adelante se tenian que dedicar a la prostitucion rechazadas por su entorno y la sociedad tragando babas asquerosas de padres de familia legales que iban a misa cada domingo y fiestas de guardar

¡Que tiempos tan tremendos para ser mujer pobre!
 
La portada de Manuel Díaz con su mujer en Ola ke ase? me resulta incomprensible. Si lo que busca es tomarse la revancha después de tantos años de lamentarse que su padre biológico no le haya dado el apellido o "su lugar", su venganza tendrá un sabor amargo.
Lo que siempre ha buscado, el amor y el reconocimiento paternos es difícil que los consiga a estas alturas ya que no ha convivido con él y al padre no le ha interesado mantener una relación.
En la época en la que el Cordobés padre se dedicó a esparcir su simiente por Ejpaña y el resto del mundo había muchos hombres que se comportaban igual que él. Los niños y niñas fruto de esas relaciones sexuales solían ser criados como hijos de madre soltera o, en el mejor de los casos, reconocidos y amados por otro hombre que se unía a esas madres solteras y sí que merecía ser llamado padre. Era muy común el caso del señorito, el hijo de familia más o menos bien o el señor que se encaprichaban con la jovencita criada, la doncella, la costurera o la dependienta. En el ámbito doméstico muchas veces el señorito, señor o El Niño de la casa conseguirían por la fuerza lo que no podían conseguir con halagos o regalos y se desahogaban sexualmente con ellas, si no recurrían también a la prostit*ción. Era una manera de demostrar su dominio.

El caso del Cordobés padre es distinto: un huérfano proveniente de una familia más que pobre, cuya obsesión fue salir de la miseria al precio que fuera y para ello utilizó la tauromaquia. Tuvo éxito y buena cabeza para seguir haciendo dinero pero poco interés en cultivarse un poco y así se ve ahora.
La historia del hijo es ligeramente distinta. Según su versión (o la que le dio su madre), es que María Dolores (madre de Díaz) era poco más que una adolescente que trabajaba sirviendo en una casa cuando conoció al torero, al que al principio no reconoció como famoso. Tuvieron una relación errática que no se puede calificar de noviazgo y, cuando ella se quedó embarazada, el torero pasó del tema. Los padres la echaron de casa aunque la ayudaron con el niño y después la mujer se dedicó a dar tumbos por la vida, encadenando relaciones con hombres que no tenían demasiada cabeza, teniendo más hijos y con pequeños negocios que no marcharon bien.
A Manuel Díaz nunca le ocultaron quién era su padre biológico y ha contado que tenía recuerdos de visitas del padre, que iba beodo, a la casa familiar cuando él era pequeño. Muy folletinesco.
Si se echó al toreo fue tal vez porque vio una salida a su precaria vida familiar, una manera de reivindicarse y buscar la atención y el cariño del padre ausente.
Con la portada de Hola me pregunto si se hubiera comportado igual si su padre biológico hubiera sido un humilde peón de albañil, un mecánico, un camionero o un pastor de cabras. Por decir algo.

Al final ha repetido la historia de su padre en un ejercicio de reafirmación constante. Lo que pasa es que su padre ha conseguido pasar casi de todo y de todos, tal vez por su edad y porque las ha visto de todos los colores y el hijo no.
 
Esta historia es tan triste.. este chico crecio siendo hijo de un mito, justificado o no, a siempre me parecio un borde exhibicionista.. es su viva estampa, parece que la madre solo fue incubadora.. se hace torero para impresionarlo, se casa con la hija de un ganadero, a ver si el padre aunque sea por negocio decide ir a la boda.. todo para tratar de probar lo obvio.. es su padre y se merece que lo reconozca.
Honestamente no se que papel a jugado Marina en este drama, pero ella supo siempre de las infidelidades del marido, y si impidio que el padre reconociera al hijo es un mal bicho.
 
Coincido contigo en que es una historia triste, @soy lectora. Pero Manuel Díaz sí ha hablado de su madre y la ha reivindicado. De hecho, ha estado y sigue estando muy presente en su vida (dicen que es una marimandona) y su hijo mayor ha sido su sostén y el de sus otros hijos.

http://www.libertaddigital.com/?vp=1

Todo esto que hace Manuel Díaz es por sí mismo y también en cierto modo por su madre. Hacia ella, en mi opinión, tiene cierta ambivalencia ya que nunca fue capaz de darles a sus hijos una vida estable, al igual que tiene o tenía idealizado a su padre.
 
Me entristece leer algunas opiniones. Un/a hijo/a sale de un hombre con una mujer y de una mujer con un hombre.

La madre de Díaz era una adolescente, casi una niña, de quince años, que trabajaba en el servicio domestico. Una niña que afrontó la maternidad, sola y pobre. Sobran los comentarios sobre su fracasada vida marital y sobre los padres de sus hijos. Todavía hoy se escucha que es una buscona (****) y una cazadora.

Benítez era un hombre de treinta años, empezaba a ser un ídolo, de ser un analfabeto pobre a ser rico y admirado, que la persiguió y la abandonó con el bombo. A ella y a todas las que se pusieron por delante del picabrava.

Quien rechaza a su descendencia (o sus antepasados) es una basura como persona y va contra natura.
 
off topic,

Julio Benítez es guapísimo y muy atractivo

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