Conocí a Mila a finales de los años 70, recién llegada a Madrid desde Sevilla, su ciudad natal. Era una chica guapísima y aparentemente discreta y educada. Ella era la pareja sentimental de un eminente médico traumatólogo. Lo conoció en un congreso médico en su tierra, donde él quedo prendado hasta el punto de romper matrimonio y familia para unirse a ella, y debido a ello sus comienzos en la capital fueron duros y aislados.
En esa época existía una peluquería que se hallaba debajo de su casa-consulta en la plaza del Cuzco que ella empezó a frecuentar y que fue donde realmente empezó su vida social. Esta peluquería estaba regentada por dos "socias-amigas" con bastante éxito y muy relacionadas, ya que contaban entre su clientela con una mezcla de señoras bien de la zona junto a artistas de la época, Carmen Sevilla, Paquita Rico, Encarnita Polo, Carmen Jara, Norma Duval, María Jiménez, la difunta Encarna Sánchez que acababa de llegar de Méjico... y un largo etcétera. Se hizo intima de esta pareja de peluqueras que fueron sus primeras mentoras en la capital, y que le abrieron las primeras puertas al mundo del famoseo. En ese tiempo se hacía pasar por esposa del doctor, denominándola en la peluquería como Sra. de Pastrana
Antes de que ella llegara a sus vidas estas peluqueras tenían una vida ordenada y austera de trabajo y ahorro que supieron gestionar bien, con lo que llegaron a amasar un pequeño patrimonio en pisos, locales y propiedades varias.
Eso hasta que llegó Mila a sus vidas hundiéndolas y arruinándolas.
Se volvieron absolutamente locas por ella, por su amistad, por su cariño, por su afecto, su amor, hasta el punto de que por ella o a causa de ella se rompió la pareja y la economía. La pareja porque una de ellas se enamoró perdidamente de Mila y la economía porque de vivir absolutamente para el trabajo y su clientela pasaron a vivir una vida de entradas salidas, cenas, copas, regalos, etc. que las llevó a la ruina en pocos años, desatendiendo el trabajo la clientela.
En ese tiempo Mila se dejaba querer sin –aparentemente- dar nada a cambio, simplemente aprovechándose de ese amor-devocion que sentía por ella una de ellas. Una superviviente y una aprovechada.
Ah! y referente a Encarna Sánchez esta le regaló un coche marca Mercedes que ella acepto ¿también sin contraprestaciones?.
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