Las parejas que de cara a la galería están demostrando su amor, lease el caso de Antonio y Melanie que siempre estaban mirándose arrobados y prodigándose besos a mansalva y luego mira como han acabado, me demuestran que no es oro todo lo que reluce, recientemente he tenido un caso en mi vecindad de una pareja que parecían estar hechos el uno para el otro, en la reuniones estaban siempre demostrando afectos dándose besos, llevaban casado más de 30 años con cuatro hijos y parecía imposible que esa pareja se fuera a romper nunca, pues bien hace unas semanas veo en su casa el cartel de se vende, yo pensé que sería porque se les había quedado grande porque se le habían ido dos hijos, cuando una vecina me dice que se habían separado y que él se había ido de la casa, en Navidades les había visto pasear por la calle tan acaramelados como siempre, los dos del brazo y ahora se han separado, por eso no me creo nada, de puertas para adentro las cosas son siempre muy diferente a lo que se ve.