Exactamente prima. A cada persona le alimenta el alma algo distinto pero relacionado con las emociones que nos produce (como tú dices, siendo mínimamente sensible).M
Me encanta lo que dices, de alimentar el alma. En mi caso no es tanto viajar ni ir a espectáculos, como cosas más.. "tradicionales". La Semana Santa, las procesiones, las fiestas locales... luego cosas como achuchar a los bebés y comerme a los niños a besos... pues todo eso "me alimentaba el alma", sí. Y creo que los ejemplos variarán según cada persona, pero qur al final todos(o al menos los que tenemos un poco de sensibilidad, que ya sabemos que a muchísimos les encantan las restricciones) todos empeoramos de calidad de vida en cosas todavía más importantes que el bolsillo ..
Lo saben, y se lo están cargando desde todos los flancos.