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Además, las personas (entre las que me incluyo) que no tenemos hambre nada más levantarnos, tendemos a desayunar mierdas hablando pronto y mal con tal de comer algo. Yo hace unos años por desayunar, desayunaba siempre galletas con chocolate o pan con algo dulce, porque si no no me entraba nada. Ahora tomo un café en casa y luego en la oficina, cuando me lo pide el cuerpo, tomo fruta y aguanto con eso hasta la hora de comer.El desayuno no es la comida más importante del día, son todas igual de importantes.
Dudo que ningún nutricionista hoy en día (he dicho nutricionista, no coach nutricional o similares o médico de la vieja escuela que manda menús estándar independientemente de tus condiciones) diga que hay que desayunar sí o sí aunque no se tenga hambre.
Edito para decir que, por ejemplo, si el fin de semana voy a hacer una carrera larga por la mañana, me levanto con tiempo suficiente para desayunar en condiciones de cara al esfuerzo posterior y no hacerlo de mala gana. Pero en condiciones normales o entre semana mi cuerpo no necesita un desyuno al uso nada más levantarme.
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