Anécdotas en aeropuertos, viajes en avión, hoteles...

6.55 de la mañana, cojo un tren Paris/Hendaya. Cinco horas de viaje, me digo bueno, como me ha tocado el asiento contramarcha, pues me espero a que suba todo el mundo (????) y me pillo un asiento que me guste.
Espero, 7 de la mañana, como hasta Burdeos hay tres horas y el tren no ha arrancado, me siento aquí, y ya, sólo hay un señor alli delante, pues yo en la otra punta.
A todo esto me había comprado 5 girasoles enormes y los llevaba para España toda contenta con mi ramo de girasoles.
Cuando de repente a las 7.10, me estaba quedando frita y noto que me tocan el hombro. Abro un ojo y me dice un pavo: DISCULPE SEÑORITA, PERO, ESTÀ USTED SENTADA EN MI ASIENTO.
Amosssssssssssssssss. no me jorobes, le digo: Oiga, no hay nadie en el vagón, sólo ese hombre y yo, y viene usted a decirme que le he ocupado el asiento ???????
Pero, es que tengo razón.
Sí, ande sí, que ya me levanto. >Recojo toda cabreada los girasoles y del impulso se los metí en todos los morros.
Total, como el tío era francés, me voy jurando en español: hace falta tener huevazos, para despertarme y levantarme del asiento cuando no hay ni dios. :LOL::LOL::LOL::LOL::LOL::LOL:
 
Esto le pasó a una amiga mía, inglesa y muy dada a sus copichuelas, que trabaja para una consultora y tiene proyectos de varias semanas.

Llega la noche antes de empezar un proyecto a un hotel de cinco estrellas de Milán y se encuentra con la típica cesta de fruta y champagne en la habitación. Se lo trasiega, toda ella agradecida.

Al día siguiente está en recepción avisando de que llegará un paquete a su nombre y da las gracias por el champán. Pasa por allí el director del hotel y acaba dándole las gracias a él.

A partir de ahí cada noche se encuentra una nueva botella de champán en la habitación o algún detalle, que si una tartita muy mona, una caja de bombones, etc.

Un par de veces durante la segunda semana se da cuenta de que el director se está haciendo el encontradizo, pero bueno, un par de gin tonics gratis en el bar del hotel nunca sientan mal.

Cuando llegó al hotel el domingo por la noche para empezar la tercera semana se encontró la habitación inundada de flores y al director del hotel en su habitación, con bata de seda (se supone que sexy).

Check out inmediato y no ha vuelto a aceptar champán y gin tonics de empleados de hotel, jajaja
 
Aquí me voy a dar a conocer porque esta anécdota es sabida por muchos amigos y conocidos.

A mediados / finales de los 90 estaba yo trabajando en una revista e iba a muchas fiestas y presentaciones, varias por semana, en las que te hacían algún regalito en forma de ‘goody bag’, muchas veces con productos o gadgets interesantes.

Estoy una tarde en una de estas fiestas y la verdad es que no me fijo mucho en la goody bag pero en los aseos veo a una chica que había abierto uno de los paquetitos y era un espejito de esos de llevar en el bolso, muy mono, casi en forma de cajita, con un pequeño compartimento, y me digo yo que qué interesante para llevar las pinzas de depilar y no perderlas en la bolsita de las pinturas cuando vas de viaje.

Me olvido del tema y un par de días después estoy recogiendo para un vuelo mañanero a Italia y recuerdo la cajita. A última hora la saco de su envoltorio y me la llevo en el bolso. De camino a Heathrow, en el metro, que ya digo que esto pasó prácticamente durante las glaciaciones, y cuando ya hemos salido del centro de Londres y empieza a haber sitio en el vagón, voy yo toda contenta y me dispongo a poner mis pinzas de depilar dentro del espejito lindo.

Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que el espejito lindo no era otra cosa que un ‘kit’ para el consumo de farlopa, con el primer avituallamiento incluido!

Y yo de camino a un aeropuerto.

Mi cara debió pasar por todos los colores del arco iris. Si no llego a estar sentada creo que me desmayo.

Al llegar al aeropuerto tiré la cajita de marras y la mitad de los contenidos de mi bolso en los primeros servicios que encontré. Como seguía neurótica por si aquel día tenían perros en el control y me “olían” acabé tirando también el bolso y pasando seguridad con los contenidos de mi bolso en una bolsa de plástico (quizá la idea de lo de los líquidos me la copiaron a mí, jajaja). Y ya dentro, una vez superados los controles sin sospecha alguna, me compré un bolso.

Mi jefa estaba alucinada de lo nerviosa que estaba aquel día. Hace unos años se lo conté y nos reímos muchísimo, pero aquel día fue horrible, qué pardilla!
 
Aquí me voy a dar a conocer porque esta anécdota es sabida por muchos amigos y conocidos.

A mediados / finales de los 90 estaba yo trabajando en una revista e iba a muchas fiestas y presentaciones, varias por semana, en las que te hacían algún regalito en forma de ‘goody bag’, muchas veces con productos o gadgets interesantes.

Estoy una tarde en una de estas fiestas y la verdad es que no me fijo mucho en la goody bag pero en los aseos veo a una chica que había abierto uno de los paquetitos y era un espejito de esos de llevar en el bolso, muy mono, casi en forma de cajita, con un pequeño compartimento, y me digo yo que qué interesante para llevar las pinzas de depilar y no perderlas en la bolsita de las pinturas cuando vas de viaje.

Me olvido del tema y un par de días después estoy recogiendo para un vuelo mañanero a Italia y recuerdo la cajita. A última hora la saco de su envoltorio y me la llevo en el bolso. De camino a Heathrow, en el metro, que ya digo que esto pasó prácticamente durante las glaciaciones, y cuando ya hemos salido del centro de Londres y empieza a haber sitio en el vagón, voy yo toda contenta y me dispongo a poner mis pinzas de depilar dentro del espejito lindo.

Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que el espejito lindo no era otra cosa que un ‘kit’ para el consumo de farlopa, con el primer avituallamiento incluido!

Y yo de camino a un aeropuerto.

Mi cara debió pasar por todos los colores del arco iris. Si no llego a estar sentada creo que me desmayo.

Al llegar al aeropuerto tiré la cajita de marras y la mitad de los contenidos de mi bolso en los primeros servicios que encontré. Como seguía neurótica por si aquel día tenían perros en el control y me “olían” acabé tirando también el bolso y pasando seguridad con los contenidos de mi bolso en una bolsa de plástico (quizá la idea de lo de los líquidos me la copiaron a mí, jajaja). Y ya dentro, una vez superados los controles sin sospecha alguna, me compré un bolso.

Mi jefa estaba alucinada de lo nerviosa que estaba aquel día. Hace unos años se lo conté y nos reímos muchísimo, pero aquel día fue horrible, qué pardilla!
¿En serio os pusieron farlopa en una goody bag????
 
¿En serio os pusieron farlopa en una goody bag????

En serio.

Fue una época de excesos ridículos en el mundo de la música, la moda y el arte. En algunas fiestas pasaban camareros con bandejas con champán y camareros con bandejas con drogas (eran las menos, pero las había).

Por poner un poco de contexto, era una fiesta de una discográfica, esponsorizada por una bebida que estaba de moda por entonces. Años de inicio del Britpop. Justo unos meses antes, puede que un año, los KLF había hecho una performance que consistió en quemar un millón de libras y grabarlo para editar un documental, así que una fiestecita con goody bag farlopeña no era ni siquiera novedosa (en lo ‘shocking’) por entonces.

Pero qué mal lo pasé yo ese día en el aeropuerto y en el avión! Creo que si llego a ver a un policía con perros adiestrados me da un infarto allí mismo y la palmo.
 
Última edición:
Una vez en el aeropuerto de París pararon en el control de pasajeros a un anciano que el pobre debía de tener unos 90 años y no pesaba más de 40 kilos, le cachearon y encontraron algo debajo del pantalón poco más arriba del tobillo, inmediatamente y sin que aparentemente les hubiese avisado nadie aparecieron dos tiparracos de uniforme, con chaleco antibalas, casco y un arma larga apuntando al anciano, le hicieron subir los brazos y allí mismo delante de todos el que le había cacheado le subió el pantalón, el hombre tenía una sonda y una bolsa recolectora de orina sujeta a la pierna. Vaya chasco y menuda vergüenza le hicieron pasar al pobre hombre
No hay derecho que pasen estas cosas. Vergüenza para los de seguridad por no llevarle a un apartado.
 
Estaria genial que la gente siguiera comentando sus anécdotas, ¡me encanta leer experiencias de viajes!
Ojalá tener alguna que contar, pero no se me ocurre nada...
 
Estaria genial que la gente siguiera comentando sus anécdotas, ¡me encanta leer experiencias de viajes!
Ojalá tener alguna que contar, pero no se me ocurre nada...
Yo tampoco prima, lo máximo que estabamos en un vuelo Madrid (MAD) a Oporto (OPO)y no podíamos volar porque había bastante niebla y era algo peligroso sobrevolar la zona, pues estuvimos como 3 horas en el avión y la gente empezó a quejarse, que se querían salir del avión sí o sí, menos mal que las pobres azafatas calmaron los ánimos y pudimos volar. :cautious:
 
Yo tampoco prima, lo máximo que estabamos en un vuelo Madrid (MAD) a Oporto (OPO)y no podíamos volar porque había bastante niebla y era algo peligroso sobrevolar la zona, pues estuvimos como 3 horas en el avión y la gente empezó a quejarse, que se querían salir del avión sí o sí, menos mal que las pobres azafatas calmaron los ánimos y pudimos volar. :cautious:

¡Que rabia da eso! Yo entiendo que no se pueda volar por las circumstancias, pero si te toca en un vuelo nocturno, es un palo porque según a que hora llegues pierdes el transporte publico... A mi me pasó una vez que llegué a Barcelona a media noche y tuve que volver a casa en taxi...
 
Llevo viajando des de que estoy en la barriga de mi madre y tengo unas cuantas anécdotas...

Fue un puente largo, creo que sería el 1 de noviembre o así que con mi familia nos fuimos a Nápoles de jueves a domingo. La ida todo bien, el hotel era de esos mas bien chiquititos que tienen 4 cosas de desayuno y que al segundo día las camareras ya saben como quieres el café, aunque sea de los raros, muy cuqui.
A la vuelta el vuelo se nos retrasó una hora y media por mal tiempo, con lo cuál yo ya me esperaba turbulencias. Como mi billete lo compramos más tarde porque no sabia si iba a trabajar o no, estaba sentada en otra fila, aunque no muy lejos de mis padres, a mi lado iba una señora italiana que se venía a Barcelona y, efectivamente, hubo muchas turbulencias, estuvimos casi todo el viaje con el cinturón puesto, pues la señora italiana, lo pasó fatal, estuvo con el rosario toda la vuelta, me supo mal por ella...
 
Yo solo vengo a decir que soy muy gafe con los aviones y por eso odio volar. El 90% de mis vuelos se retrasan o cancelan. El más heavy fue uno que embarcamos a la hora que teníamos que haber llegado a destino. En otro tenía una escala de 3 horas en Madrid, bueno pues el vuelo se retrasó dos horas y pico y al final perdí la conexión. En otro estuvimos 2 horas sentados en el avión porque había problemas técnicos y lo estaban intentando solucionar, yo ac*jonada (me pongo bastante nerviosa ya de por sí para cuanto más estar dos horas pensando si nos puede pasar algo en mitad del vuelo). En otro vuelo con escala en Madrid la azafata me dice si quiero meter la maleta en bodega, le digo que no que tengo una escala corta y me suelta que no tengo opción porque la cabina ya está completa. Me cabreo y no se la quiero entregar a la gente de las maletas, pero al final cedo. Llego al avión y la mitad de los compartimentos están vacíos. Total, me paso el vuelo nerviosa pensando que no voy a llegar, pero al final (como no) se retrasó el otro vuelo y llegué a tiempo de coger la maleta y embarcar en el siguiente. En otro vuelo a Rumanía había un chico muy turbio que estaba hablando solo y cada pocos minutos iba al baño, además se cambiaba de asiento todo el rato. En un momento empezó a gritar y yo flipando porque no entendía rumano. Le pregunté a la chica de mi lado y me dijo que estaba diciendo tonterías en plan viva Rumanía (muy raro todo). Al final la azafata fue a hablar con él y se calmó, pero menudo susto me pillé. Pese a lo gafe que soy, por suerte nunca he tenido ningún susto del tipo aterrizaje de emergencia o así.
 

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