MI SEMANA AZUL & ROSA JAIME PEÑAFIEL23/05/2020
CHSSS...
¡AQUÉL VIAJE DEL REY A MÉXICO!
CANCIÓN A MEDIDA
NO EN EL MEJOR MOMENTO
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El 25 de febrero de 2015, Pedro Sánchez, ese individuo por desgracia presidente del Gobierno español, visitaba la tumba de Manuel Azaña en el cementerio de Montauban. Con tal motivo, realizó las siguientes declaraciones: “Es tarde, muy tarde. España tendría que haberle pedido perdón mucho antes por esta infamia”. De error histórico calificó el ABC estas palabras. Porque utilizar el pasado como arma arrojadiza... es muy peligroso. Hay que estar muy seguro de los hechos para lanzar acusaciones como las que salieron de la boca de Pedro Sánchez. Se olvidaba el pobre, como ya he contado en alguna ocasión, que, 38 años antes, exactamente el 22 de noviembre de 1978, el rey don Juan Carlos se reunía, en la embajada de España en México con la viuda de Manuel Azaña, doña Dolores de Rivas Cherif, para honrar la memoria de su marido, el último presidente que fue de la República española. Fui testigo excepcional de aquel encuentro. Doña Dolores, cogiendo las manos de don Juan Carlos, le dijo con emoción: “¡Cuánto le hubiera gustado a don Manuel Azaña vivir este momento. Porque él quería la reconciliación de todos los españoles de odios y
violencias”. Odios y violencias que Sánchez e Iglesias están fomentando hoy. “¡Arderéis como en el 36!”, gritó, entre otras lindezas, en el asalto a la capilla universitaria de Madrid, Rita Maestre. Camino de ello vamos.
De aquel viaje histórico por varios países hispanoamericanos, guardo inolvidables recuerdos como el de la viuda de Azaña y la ranchera que la gran señora de la canción, Lola Beltrán, le cantó a don Juan Carlos en el parque Presidente Chapultepec, acompañada de un gigantesco mariachi. La citada ranchera El Rey de José Alfredo Jiménez, uno de los más grandes compositores y cantantes mexicanos, no sólo es la preferida de don Juan Carlos sino que su letra tal parecía haber sido escrita hoy sobre la actual situación en la que vive el Emérito. Al menos, premonitoriamente. Como cuando reconoce con humildad: “Yo sé bien que estoy afuera”... No sé a quién aplicar la siguiente estrofa, si a su hijo Felipe, a su esposa la Reina Sofía o a Corinna: “Pero el día que yo me muera/ sé que tendrás que llorar/ llorar y llorar/ llorar y llorar/. Dirás que no me quisiste/ pero vas a estar muy triste/ y así te me vas a quedar”. La estrofa más real y que se puede aplicar textualmente al drama que don Juan Carlos está viviendo estos días es cuando dice provocativamente: “Con dinero y sin dinero/ Yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley”. Yo diría que era. De lo que no existe la menor duda es cuando reconoce con triste humildad: “No tengo trono ni reina/ ni nadie que me comprenda”.
¡Qué tremenda y dramática verdad! Y aunque su hijo Felipe VI lo pretenda y mi compañero Eduardo Álvarez lo pida, Don Juan Carlos les advierte: “Pero sigo siendo el Rey”. Sin embargo reconoce: “Una piedra en el camino/ me enseñó que mi destino/ era rodar y rodar, rodar y rodar”. Desgraciadamente, lleva camino de ser así.
Ayer, 22 de mayo, hizo 16 años que el Príncipe Felipe contraía matrimonio en la catedral madrileña de La Almudena con la joven asturiana Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista divorciada y agnóstica, pero que cuando conoció al Príncipe, dijo: “Vi la luz”. Así se lo reconoció a Monseñor Estepa, que dirigió los cursillos prematrimoniales. ¡Qué cara! Aunque algunos cumpleaños llegan sin ruido, que decía Ovidio, los l6 sin ser tan importantes como los 20 o los 25, se prestan a celebraciones y balances. Pero las circunstancias son las que mandan, las que deciden y no se borran porque ellos quieran. Y las actuales no son para tirar cohetes ni para celebraciones. Con un país sumido en una pandemia, con casi 30.000 muertos mal contados. También los problemas familiares con su padre y el estreno de una polémica serie en podcast, dirigido por Eva Lamarca, narrando la parte desconocida y humana de don Juan Carlos, en la que Rafael Spottorno, jefe que fue de la Casa del Rey, junto a Javier Ayuso, ex jefe de Comunicación, y otros han decidido largar sobre los tiempos convulsos del reinado de Don Juan Carlos, durante los que se decidió solucionar conflictos y apagar incendios. Ayuso confiesa en el interesantísimo documental que él no era jefe de Comunicación sino “jefe de bomberos”. “Había incendios en la familia con la princesa (¿Letizia?, con la Infanta, ¿Cristina?). “Incendios absurdos que creaban ellos”, dice Ayuso. Se trata de confesiones de quienes ostentaron cargos de confianza en la Casa Real. Me gustaría se hubieran expresado como Fernando Almansa, jefe de la Casa de Su Majestad durante diez años, desde 1993 a 2003. De todas formas, Felipe y Letizia, ¡feliz aniversario!
Según Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, los países que mejor han afrontado la crisis del virus están gobernados por mujeres: Alemania, Finlandia, Taiwán, Nueva Zelanda, Islandia, Noruega y Dinamarca. Por algo será (...) ¿Se le ha podido reproducir a Felipe VI la narcolepsia que padecía en la adolescencia, en esta caso por cansancio? Por la baronesa nos enteramos de que su hijo Borja también fue víctima de coronavirus (...) Sánchez engaña a Arrimadas pactando con Bildu a sus espaldas. Le está bien empleado a la tonta útil (...) La ‘gran’ diseñadora de trajes de flamenca posa con gesto de cabreo en la revista ‘Love’ luciendo uno de los modelos de su creación de los que no ha podido vender ni uno. No hay mal que por bien no venga (...) María Casado, despedida de su programa ‘La mañana’ de TVE, ha sido fichada a las pocas horas por Antonio Banderas para dirigir su nueva productora de televisión. Ella lo califica de una lección de vida.
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El 25 de febrero de 2015, Pedro Sánchez, ese individuo por desgracia presidente del Gobierno español, visitaba la tumba de Manuel Azaña en el cementerio de Montauban. Con tal motivo, realizó las siguientes declaraciones: “Es tarde, muy tarde. España tendría que haberle pedido perdón mucho antes por esta infamia”. De error histórico calificó el ABC estas palabras. Porque utilizar el pasado como arma arrojadiza... es muy peligroso. Hay que estar muy seguro de los hechos para lanzar acusaciones como las que salieron de la boca de Pedro Sánchez. Se olvidaba el pobre, como ya he contado en alguna ocasión, que, 38 años antes, exactamente el 22 de noviembre de 1978, el rey don Juan Carlos se reunía, en la embajada de España en México con la viuda de Manuel Azaña, doña Dolores de Rivas Cherif, para honrar la memoria de su marido, el último presidente que fue de la República española. Fui testigo excepcional de aquel encuentro. Doña Dolores, cogiendo las manos de don Juan Carlos, le dijo con emoción: “¡Cuánto le hubiera gustado a don Manuel Azaña vivir este momento. Porque él quería la reconciliación de todos los españoles de odios y
violencias”. Odios y violencias que Sánchez e Iglesias están fomentando hoy. “¡Arderéis como en el 36!”, gritó, entre otras lindezas, en el asalto a la capilla universitaria de Madrid, Rita Maestre. Camino de ello vamos.
De aquel viaje histórico por varios países hispanoamericanos, guardo inolvidables recuerdos como el de la viuda de Azaña y la ranchera que la gran señora de la canción, Lola Beltrán, le cantó a don Juan Carlos en el parque Presidente Chapultepec, acompañada de un gigantesco mariachi. La citada ranchera El Rey de José Alfredo Jiménez, uno de los más grandes compositores y cantantes mexicanos, no sólo es la preferida de don Juan Carlos sino que su letra tal parecía haber sido escrita hoy sobre la actual situación en la que vive el Emérito. Al menos, premonitoriamente. Como cuando reconoce con humildad: “Yo sé bien que estoy afuera”... No sé a quién aplicar la siguiente estrofa, si a su hijo Felipe, a su esposa la Reina Sofía o a Corinna: “Pero el día que yo me muera/ sé que tendrás que llorar/ llorar y llorar/ llorar y llorar/. Dirás que no me quisiste/ pero vas a estar muy triste/ y así te me vas a quedar”. La estrofa más real y que se puede aplicar textualmente al drama que don Juan Carlos está viviendo estos días es cuando dice provocativamente: “Con dinero y sin dinero/ Yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley”. Yo diría que era. De lo que no existe la menor duda es cuando reconoce con triste humildad: “No tengo trono ni reina/ ni nadie que me comprenda”.
¡Qué tremenda y dramática verdad! Y aunque su hijo Felipe VI lo pretenda y mi compañero Eduardo Álvarez lo pida, Don Juan Carlos les advierte: “Pero sigo siendo el Rey”. Sin embargo reconoce: “Una piedra en el camino/ me enseñó que mi destino/ era rodar y rodar, rodar y rodar”. Desgraciadamente, lleva camino de ser así.
Ayer, 22 de mayo, hizo 16 años que el Príncipe Felipe contraía matrimonio en la catedral madrileña de La Almudena con la joven asturiana Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista divorciada y agnóstica, pero que cuando conoció al Príncipe, dijo: “Vi la luz”. Así se lo reconoció a Monseñor Estepa, que dirigió los cursillos prematrimoniales. ¡Qué cara! Aunque algunos cumpleaños llegan sin ruido, que decía Ovidio, los l6 sin ser tan importantes como los 20 o los 25, se prestan a celebraciones y balances. Pero las circunstancias son las que mandan, las que deciden y no se borran porque ellos quieran. Y las actuales no son para tirar cohetes ni para celebraciones. Con un país sumido en una pandemia, con casi 30.000 muertos mal contados. También los problemas familiares con su padre y el estreno de una polémica serie en podcast, dirigido por Eva Lamarca, narrando la parte desconocida y humana de don Juan Carlos, en la que Rafael Spottorno, jefe que fue de la Casa del Rey, junto a Javier Ayuso, ex jefe de Comunicación, y otros han decidido largar sobre los tiempos convulsos del reinado de Don Juan Carlos, durante los que se decidió solucionar conflictos y apagar incendios. Ayuso confiesa en el interesantísimo documental que él no era jefe de Comunicación sino “jefe de bomberos”. “Había incendios en la familia con la princesa (¿Letizia?, con la Infanta, ¿Cristina?). “Incendios absurdos que creaban ellos”, dice Ayuso. Se trata de confesiones de quienes ostentaron cargos de confianza en la Casa Real. Me gustaría se hubieran expresado como Fernando Almansa, jefe de la Casa de Su Majestad durante diez años, desde 1993 a 2003. De todas formas, Felipe y Letizia, ¡feliz aniversario!
Según Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, los países que mejor han afrontado la crisis del virus están gobernados por mujeres: Alemania, Finlandia, Taiwán, Nueva Zelanda, Islandia, Noruega y Dinamarca. Por algo será (...) ¿Se le ha podido reproducir a Felipe VI la narcolepsia que padecía en la adolescencia, en esta caso por cansancio? Por la baronesa nos enteramos de que su hijo Borja también fue víctima de coronavirus (...) Sánchez engaña a Arrimadas pactando con Bildu a sus espaldas. Le está bien empleado a la tonta útil (...) La ‘gran’ diseñadora de trajes de flamenca posa con gesto de cabreo en la revista ‘Love’ luciendo uno de los modelos de su creación de los que no ha podido vender ni uno. No hay mal que por bien no venga (...) María Casado, despedida de su programa ‘La mañana’ de TVE, ha sido fichada a las pocas horas por Antonio Banderas para dirigir su nueva productora de televisión. Ella lo califica de una lección de vida.